El Gobierno de la República del Uruguay mediante el Banco Hipotecario planteó un proyecto de rehabilitación de la estación General Artigas y recuperación de la plaza de vías como estratégica para el cambio funcional del barrio de la Aguada ocupado mayoritariamente por industrias en desuso. Nuestro trabajo consistió en definir el proyecto y la estrategia de gestión para dar inicio al proceso de reconstrucción del conjunto.
El proyecto urbano del barrio de la Aguada en Montevideo comenzó con el análisis de su posición estratégica respecto al resto de la ciudad y en concreto en relación con su Centro Histórico. La situación del barrio con frente al recinto portuario y separado de él por la playa de maniobras de la estación ferroviaria General Artigas, representaba una oportunidad para la Ciudad. En este marco se analizaron aquellos indicadores cuantitativos y cualitativos que podían facilitar la reconversión de un barrio eminentemente industrial (fundamentalmente de bodegas y almacenes de mercancías portuarias) en un barrio residencial.
Con este fin se analizó la situación de una serie de indicadores del barrio tales como: cobertura de agua, alcantarillado, electricidad y gas por red domiciliaria, tiempos de viaje en transporte público y privado a los principales centros de actividad de la ciudad y confianza en la policía, además del nivel de vulnerabilidad del barrio. En este caso fue determinante conocer el grado de satisfacción de la población por la provisión de los mencionados servicios (agua, saneamiento, recolección de residuos, transporte colectivo, telefonía fija, móvil) y las posibilidades en suelo público (o edificios para rehabilitar) que ofrecía la Aguada, para la provisión de equipamientos de educación primaria, secundaria y terciaria, salud, y emergencia móvil sanitaria, además de otros edificios públicos y administrativos. También la percepción pública sobre la contaminación de los cauces de agua, la suciedad, la existencia y uso de contenedores de residuos, el nivel de ruido existente, sus causas y frecuencia… todo ello para investigar el posible interés ciudadano en la transformación del barrio en uno eminentemente residencial.
El principal problema que se manifestó fue el de que la población se sentía insegura caminando por la noche en el barrio. Esta aparente dificultad reforzaba la necesidad de transformación del barrio; puesto que el revertir unas naves industriales sin actividad nocturna en un barrio de viviendas, hoteles y oficinas, no haría más que mejorar esta percepción de inseguridad.
Para justificar la importancia que tenía el proyecto a nivel metropolitano se efectuó el cálculo del costo que el transporte implica para la ciudad y se realizó la cuantificación del ahorro que se supondría la disminución del tiempo promedio de viaje público y privado, tanto en los costos de operación y mantenimiento de buses y vehículos privados, como en el costo en tiempo (horas de trabajo y de ocio o familiar) de las personas. Economías que se lograrían gracias a la recentralización del crecimiento urbano mediante una nueva oferta residencial en el Centro de la población.
La ordenación ocupaba el frente litoral, rehabilitaba la estación General Artigas i ordenaba la edificación consolidando la trama regular ya existente en el barrio. Junto a la playa de vías unas edificaciones torre permitían hacer del barrio un espacio con significado especial al mismo tiempo que alcanzar una densidad adecuada todo y manteniendo unas alturas reducidas en las manzanas facilitando el asoleo en unas calles no excesivamente anchas.
