La consultoría tiene como objetivo apoyar técnicamente al Gobierno Municipal de La Paz y al Banco en la preparación del Programa de Revitalización Urbana del centro de La Paz, segunda etapa (PRU II). El plan contempla 4 componentes:
- Delimitación del área y sectores específicos de intervención del PRU II, en las dos áreas Centro Norte y Comercial Oeste, considerando la complementación a la intervención del PRU I y el financiamiento disponible.
- Preparación, a nivel de anteproyecto, del plan general del área definida para el PRU II.
- Plan de priorización de los sub-proyectos de renovación urbana y preparar sus perfiles a nivel de prefactibilidad.
- Preparación de la propuesta de proyecto a ser presentada al BID, y sus respectivos análisis (ambiental, económico, financiero, institucional y técnico), e insumos para la preparación de anexos y apéndices del documento.
La Paz es la ciudad sede del Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia. Cuenta con una población de 789.585 habitantes (INE Censo 2001), que se asientan sobre un territorio dividido administrativamente en 21 distritos urbanos agrupados en 7 Macrodistritos. Conjuntamente con la ciudad de El Alto y otros municipios aledaños, configura el área metropolitana de continuo urbano más poblada del país.
La estructura urbana que se ha ido conformando en la ciudad de La Paz es el resultado de los diferentes periodos de su desarrollo urbano, algunos planificados urbanísticamente y otros originados únicamente con la apropiación del espacio, como es el caso de lo sucedido en las laderas situadas al este y oeste del Centro Colonial.
El Centro Histórico de La Paz está conformado por el Centro Colonial español y el espacio ocupado por la antigua colonia de población nativa, que se situaba al otro lado del río Choqueyapu, para proteger a los españoles. Este Centro Histórico, es el centro de toda la región metropolitana y el núcleo donde converge la actividad urbana con superposición de múltiples funciones una de ellas y minoritaria la residencial. En tanto que sede de gobierno, el Estado concentra en la ciudad la mayoría de sus sedes administrativas, creando actividades y servicios colaterales o complementarios a la administración del Estado (servicios financieros, administrativos, educativos, etc.). De esta manera se genera un mercado “natural” para el comercio minorista que se instala en las calles del Centro.
A excepción del Distrito Max Paredes (colindante al centro) y otras pequeñas áreas dispersas, la ciudad no cuenta con subcentros planificados que puedan polarizar la actividad económica o brindar servicios públicos y privados que descentralicen en cierto modo la actividad concentrada en el Centro. Este hecho provoca masivos traslados desde El Alto, la zona Sur, las laderas y las villas cercanas.
El ámbito de actuación del Programa de Revitalización y Desarrollo del Centro (PRU) ocupa una extensión de 261 Ha, distribuidas en gran parte entre los Macrodistritos Centro, Cotahuma y Max Paredes.
No existe ninguna distribución territorial (ni macrodistritos, ni distritos, ni barrios, ni zonas censales) que coincida con los límites propuestos por el Programa. Es por ello que, a efectos de diagnóstico, se tomaron como referencia las Organizaciones Territoriales de Base (OTB’s). Las cuales asumen un rol esencial a nivel de participación vecinal y en ciertas ciudades gestionan el capítulo de inversiones del presupuesto municipal. Asimismo, terminan de configurar el ámbito del PRU una zona del Parque Urbano Central.
Actualmente el Centro de La Paz está conformado por dos sectores bien diferenciados, con funciones también diversificadas el Centro Colonial con un uso principal administrativo y el antiguo “pueblo de indios” con una vocación eminentemente comercial. En este contexto la línea natural de separación entre ambos sectores es la que determina la avenida Mariscal Santa Cruz y el Prado lugar por donde históricamente discurría el río Choqueyapu a día de hoy canalizado.
Tres puntos principales configuran un triángulo en el cual se desarrolla gran parte de la vida económica y social de la ciudad:
1.- La Plaza Murillo, el lugar donde se emplazan los edificios de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Bolivia.
2.- El atrio de la basílica menor de San Francisco, considerado uno de los principales lugares de encuentro social de la ciudad, pues constituye junto con la Plaza de los Héroes, con la que colinda, el área de expresión social más importante de la ciudad.
3.- La plaza Lucio Pérez Velasco, muy cercana a la Plaza de los Héroes, es un punto que articula el tráfico vehicular de gran parte de la ciudad, además de ser un puente entre las diferentes zonas con las que se comunica mediante sendas avenidas.
En el momento de plantearse la continuidad en una segunda fase del Programa de Revitalización y Desarrollo Urbano (PRU I), fue importante retomar los objetivos que llevaron a desarrollar el primero y el impacto que los proyectos iniciales tuvieron, en mayor o menor grado, en el cumplimiento de los mismos.
Cuando se seleccionaron los proyectos para la configuración del PRU I, varios fueron los condicionantes para establecer el Programa definitivo:
- La priorización de obras de estabilización y mitigación de riesgos, absolutamente necesarias para posteriores proyectos en viales y espacios públicos.
- La lógica en el desarrollo de proyectos urbanísticos, actuando primero en el subsuelo para posteriormente recuperar el espacio público en superficie.
- Los condicionantes presupuestarios y de gestión dado que los recursos eran limitados para abarcar todas las necesidades que el centro de La Paz padecía.
De este modo y a pesar de que la percepción en términos de impacto del PRU I habían sido favorables, tanto a nivel de proyectos de infraestructura como también a nivel de otras intervenciones (como lo demostraban las encuestas realizadas a la población en el transcurso del desarrollo del Programa), muchos de los proyectos, por sí solos, no habían solucionado los problemas planteados en su globalidad.
Por esta razón, en una segunda fase del Programa se plantearon intervenciones urbanas que dieran continuidad a las acciones desarrolladas en la primera fase, buscando perfeccionar la calidad y sostenibilidad de las intervenciones realizadas y reforzando su impacto. El objetivo fue el de crear una nueva imagen del centro urbano, una imagen que consiguiera la heterogeneidad de los usos comerciales y turísticos y la regulación de los mismos, que priorizara el espacio destinado al peatón, que aumentara el usos residencial y que promoviera el desarrollo local y la cohesión social.
Las actuaciones planteadas en esta segunda etapa seguían incidiendo en zonas próximas al área de actuación del PRU I, completando la transformación del ámbito con la creación de tres claros circuitos peatonales:
- El eje Cívico-Comercial, calles Evaristo Valle – Comercio – José Castro con acesos directos al Parque Urbano Central.
- El Circuito Patrimonial Cultural, de las calles Catacora Jaén, Indaburo, y Pichincha, pero prolongando su inicio hasta la esquina de Catacora y Junín;
- el Circuito Patrimonial – Comercial – Turístico, con prolongación de la calle Sagárnaga hasta su cruce con Linares, permitiendo así diseñar un lenguaje urbanístico común y unificar todas las intervenciones realizadas de forma integral.
El desarrollo de espacios peatonales se asumió como una oportunidad para que los circuitos creados aportaran una mejora de la urbanización y de la calidad del espacio público.
Las condiciones que se propusieron en la intervención de las vías peatonales, más las obras proyectadas necesarias en las vías aledañas, debían generar la posibilidad de introducir prácticas nuevas en la circulación, innovando en la promoción de objetivos de pacificación del tránsito, de generar un mayor respeto por los peatones y de ganar en calidad del espacio público.
La introducción de vías de velocidad limitada y de uso mixto constituiría el primer paso para introducir cambios en las conductas peatonales y de conducción.
Mediante la configuración de estos corredores peatonales y la recuperación de los distintos espacios públicos sumados se procuraba mejorar el sector, social, económica y urbanísticamente, de forma a recuperar las funciones básicas inherentes a todo centro urbano, en aquellos momentos, abandonadas. La estrategia genérica del Programa fue la de transformar progresivamente el barrio desde una visión global, mediante la incorporación de elementos urbanísticos, arquitectónicos e infraestructurales los cuales se apoyaban y eran acompañados de un conjunto de acciones en el ámbito socioeconómico, específicas para cada una de las intervenciones.
Por todo ello, el que se planteó en esta segunda fase del PRU fue doble:
– Por un lado, ejecutar un conjunto de actuaciones que consolidaran y complementaran las actuaciones desarrolladas por ERV Arquitectes Associats SLP en el PRU I. Para ello se llevarían a cabo acciones que favorecieran una visión del Programa, no como un conjunto de proyectos dispersos en el territorio, sino como una actuación de revitalización integral de una parte del centro, entendido como modelo de un nuevo paradigma de ciudad.
– Por otro lado, el PRU II aportaría herramientas de gestión que permitirían implementar y mantener este nuevo modelo de ocupación comercial y tratamiento del espacio público, para que adicionalmente sirvieran como modelo para ser reproducidos en otros ámbitos de la ciudad.
Este doble objetivo fundamentó un planteamiento del PRU II que se realizaría a través de un proyecto que más allá de los ambicionados resultados formales profundizara en la recalificación y rehabilitación Urbana. En definitiva se trató más de incidir en el contenido que en el continente, de una configuración urbana con deficiencias estructurales de mayor importancia, a nuestro modo de entender el proyecto, que las deficiencias patológicas, las cuales en toda evidencia afectaban también al Centro Urbano de La Paz
En definitiva, el proyecto de actuación urbana para revertir el deterioro del Centro, se basó en intervenciones urbanísticas estratégicas y la habilitación de los espacios públicos. Para ello fue necesario mejorar el sistema vial y peatonal así como las redes de servicios vinculadas al espacio público, proveer de zonas verdes, acondicionar los elementos comunes de la edificación, aprovisionar al Centro de equipamientos de uso colectivo e intensificar el uso social del espacio público para la recreación y el desarrollo del patrimonio intangible.
De este modo, mientras que los proyectos correspondientes del PRU I se centraron más en el ámbito de las infraestructuras y la mejora del espacio público, las actuaciones que se propusieron en el PRU II, pusieron el acento en el acondicionamiento de dicho espacio, entendido este en sentido amplio. Primeramente, concibiendo el espacio público como continente que debía ser tratado con atención y esmero puesto que las fachadas, los usos de los locales en planta baja, el mobiliario urbano, etc., configuraban un recinto del que participan la población y los visitantes del centro y que, al mismo tiempo, transmitía externalidades positivas al resto de la ciudad. En segundo lugar, percibiendo el espacio público como ámbito de relación entre vehículos y personas, entre movilidades de velocidades diversas, entre vecinos, transeúntes y comercio ordenado, reforzando de este modo su función esencial de cohesión social en lugar de ser un espacio exclusivo para el comercio informal.
Finalmente todas las intervenciones incorporaron en su diseño, ejecución, evaluación y posterior mantenimiento, criterios de sostenibilidad y de mejora de la calidad medioambiental. Asimismo, y a fin de solventar las carencias detectadas en el PRU I en el ámbito de desarrollo social y productivo, cada una de las intervenciones en el espacio físico se completaron con un análisis de las necesidades y demandas de los colectivos afectados y un plan de acción social y productivo específico para sus beneficiarios.