Plan de Ordenación del barrio de le Manet en Montigny le Bretoneux. Proyecto y coordinación de la ejecución de los proyectos. Ville Nouvelle de Saint Quentin.
El barrio de Le Manet se encuentra en el extremo oeste del ámbito de la Ville Nouvelle de Saint Quentin, en el Sector Este, conocido con el nombre de Trois Villages. Limita al norte con la Route de Trappes y la desafectada A-12, al este con la Av. du Manet, al oeste con la Zona Industrial de Trappes – Elancourt y al sur con el bosque de le Manet el lago del mismo nombre y la Ferme del siglo XIX de le Manet, restaurada en el marco del desarrollo inmobiliario del barrio. El ámbito delimitado del proyecto urbano está atravesado de este a oeste por la carretera Departamental 36 que ha sido integrada al callejero de la ciudad con el nombre de Av. Kierspe.
Ocupa una superficie total de 158,74 has. de las cuales más de 70 has. son ocupadas por áreas boscosas. El programa preveía la construcción de 1.600 viviendas con una densidad bruta de unas 10 viviendas / ha. Finalmente se han construido 1.724 como consecuencia de la realización de tipologías de vivienda de superficie más reducida para jóvenes y familias monoparentales.
La configuración de la estructura del barrio se planteó en forma de abanico cuyo centro convergía en el espacio que mantenía el recuerdo histórico del lugar. La antigua “Ferme” du Manet cuyos propietarios habían cultivado durante siglos las tierras que debían ser urbanizadas y que debía de convertirse en el edificio de referencia en cuanto a uso del barrio (inicialmente se pensó en su compra para destinarlo a una escuela de negocios. Ante la imposibilidad de que fuera adquirido por el Établissement Public de la Ville Nouvelle debido a su elevado precio, sus propietarios lo transformaron en un hotel restaurante de alto nivel).
Al mismo tiempo, como consecuen-cia de la baja densidad edificatoria y la previsible ausencia de percepción volumétrica de los espacios construidos, se planteó el principio de asegurar que la masa vegetal asumiera el rol de estructurar morfológicamente el barrio, sus volúmenes y sus perspectivas visu-ales. Con este fin, una composición radial que diera como resultado en todo momento, vistas encajadas en un fondo paisajístico ocupado, entendimos que nos permitiría conseguir este efecto de transitar por itinerarios cercados, limitados en todo momento por masas vegetales.
Este principio nos permitía además el diálogo formal de la nueva estructura urbana con la histórica percepción del lugar. La idea consistía en recrear un jardín construido en donde la vegetación fuera el elemento dominante y los edificios, constituidos mayoritariamente por viviendas unifamiliares de planta baja y un piso e inmuebles de planta baja y dos o tres pisos como máximo, fueran el elemento acompañante o accesorio.
Los documentos de base para la configuración del barrio, fueron los planos generales de ordenación del Sector Este de la Ville Nouvelle de Saint Quentin en Yvelines, preparados y desarrollados por nosotros mismos.
De este modo se configuró el barrio, siguiendo una estructura general de forma radial en cuyo eje central o radio que unía la Ferme du Manet con el Centro Comercial se realizaría el parque lineal de unión del subsector norte con el subsector sur atravesando la carretera Departamental D 36
Al norte de la D 36 se proyectó una parte del barrio, la de relativa mayor densidad. Es en este subsector en donde se ubican los edificios colectivos de planta baja y tres plantas piso[1]. Mientras que al sur de la D 36, en el subsector situado junto al bosque de Le Manet, se situaron exclusivamente viviendas unifamiliares de con una densidad de 12 viviendas / ha. y una superficie de parcela de 800 m2 de media. En cuanto a dotaciones en el subsector norte se situaban los equipamientos de mayor frecuentación (Instituto junto a los terrenos de deportes y campo de futbol, y el pequeño centro comercial de abastecimiento de productos de consumo diario)
Asimismo se consideró necesario singularizar los ejes mayores del barrio para conseguir un espacio de reposo protegido, haciendo que los edificios más altos encerraran los espacios verdes singulares ubicados en la espina dorsal del subsector.
[1] El Código de la construcción nacional en Francia permitía la construcción de edificios sin ascensor siempre que la altura del último rellano no estuviera por encima de los 10 mts. es decir Planta Baja y dos pisos. En el caso de Le Manet se construyeron edificios de Planta Baja y tres pisos porque la última planta correspondía a un piso dúplex con acceso en la planta inferior (planta segunda)
A partir del Plan de Masse de todo el barrio, se definió un parcelario con lotes de una dimensión apropiada, en cuanto a número de viviendas a construir y adaptados a la medida de la demanda de los promotores interesados en promover en la Ville Nouvelle. Esta dimensión, era concordante con la política de venta de solares por parte del Établissement Public d’Amenagement de la Ville Nouvelle, depositaria del suelo adquirido con recursos del Estado. Es decir, coincidía con este interés de venta de solares de superficie y volumen edificable relativamente grandes, evitando de este modo que la construcción de la ciudad se demorara excesivamente (las previsiones eran de conseguir acabar la Ville Nouvelle antes de finalizado el siglo XX)
A pesar de su dimensión en superficie, debido a la reducida densidad las parcelas permitían una construcción de relativamente pocas viviendas, en comparación a las promociones realizadas inicialmente en la Ville Nouvelle.
Para la realización de cada lote o parcela se optó en lugar de aprobar una compleja reglamentación que limitara y ajustara la edificación a unos parámetros comunes para todo el barrio, el nombramiento de un arquitecto coordinador que trabajara estrechamente con cada uno de los arquitectos responsables de las diversas operaciones privadas.
Para llevar a cabo este trabajo de coordinación el Établissement Public d’Amenagement de la Ville Nouvelle, en acuerdo con la Maerie de Montigny le Bretonneux nombro al mismo arquitecto que había proyectado el conjunto del sector este de la Ville Nouvelle, en donde se integraba el barrio de Le Manet, Eduardo Rodriguez Villaescusa. El trabajo fue desarrollado durante la década de los 80.
El trabajo de coordinación consistió en a partir del Plan Masse general, definir la estructura volumétrica de la parcela y la realización del proyecto de urbanización con especial atención a la configuración de sus espacios verdes.
En el caso que se detalla, se acordó que se formulara un esquema director que: definiera el trazado y volumetría, desarrollara la documentación técnica del proyecto (nivel anteproyecto a escala 1:1000 y 1:500) y de los planos de detalle del proyecto de paisaje y urbanización. Todo ello hasta conseguir la aprobación (preliminar) de las autoridades locales del municipio en donde se situaba el barrio de Le Manet, preparando y participando en el desarrollo de las instancias de presentación y discusión pública del proyecto. Se acordó asimismo, que la formulación y evaluación de todos los proyectos realizados por los promotores privados deberían seguir un protocolo establecido en unos términos de referencia (en los que se incluían unos requisito básicos que debían de respetarse para la formalización del proyecto) a ser utilizados para la preparación de los estudios de proyecto básico (documento normativo que servía para la presentación del proyecto y la consecución de la autorización para construir).
Los requisitos que se establecían a los promotores y a sus arquitectos en los Términos de Referencia, como guía para la realización de sus respectivos proyectos eran, además de los fundamentales de superficie de la parcela y levantamiento topográfico[1] con indicación del perímetro exacto mediante indicación de las coordenadas alfa-numéricas georeferenciadas
El proceso de diseño y estructura de la forma urbana en una parcela concreta, como se ha dicho se realizó a partir de un trabajo de concertación entre el arquitecto coordinador y los equipos privados responsables de su ejecución y comercialización. Sin embargo se determinaron de partida unas normas que derivaban del proyecto urbano del barrio y determinaban un lenguaje común para todos los equipos participantes (alineaciones de fachadas, dimensión del espacio público interno a la parcela para usos destinados a actividades del ocio de los propios vecinos, cota de altura de coronación de los inmuebles, accesos, etc.)
Dichas normas se formalizaban en forma de planos en los que se indicaban, además de las condiciones técnicas de la parcela, tales como posición de las infraestructuras de servicios, nivel de rasante de las acometidas, etc. el gálibo máximo que era determinado para la edificación, dentro del cual los arquitectos debían de definir la forma volumétrica de sus proyectos. Este procedimiento se realizaba para las promociones de viviendas colectivas, mientras que para las operaciones de vivienda unifamiliar se establecía un principio de organización vial dejando a los profesionales la determinación de la forma de las casas.
Como principio fundamental para todo el barrio se determinó que los edificios colectivos debían tener una anchura máxima de 12 mts. Para favorecer la ventilación cruzada de los apartamentos (en la región parisina no es de uso frecuente los aparatos de refrigeración) y cubierta plana para diferenciar tipológicamente estos de las viviendas unifamiliares los constructores de las cuales preferían utilizar cubiertas a dos aguas para satisfacer a un tipo de demanda que identificaba su vivienda particular al modelo prototípico de casa con jardín.
Los equipamientos situados en zonas centrales del barrio, accesibles en bicicleta para la población infantil, para que pudieran llegar a la escuela de forma independiente y segura, fueron objeto de concurso entre los propios arquitectos que desarrollaron los proyectos de viviendas, para favorecer el uso de un lenguaje formal común.
Asimismo se rehabilitó con la participación de un promotor hotelero la Ferme de Le Manet, que la transformó en un hotel – restaurante de alto nivel, situación que ayudó a la mejora de la valoración de todo el barrio. La proximidad de la Zona Industrial de Trappes – Elancourt facilitó esta operación, que al mismo tiempo permitió liberar los recursos que el plan había destinado para esta actuación, la cual y desde el inicio del proyecto se había definido como de emblemática, debido a la importancia del edificio y también por lo que representaba de conservación y valoración de la memoria histórica del lugar.
Las especies arbóreas que se escogieron fueron autóctonas y que no precisaran un mantenimiento excesivo para evitar los gastos de mantenimiento que en una zona de tan baja densidad podían llegar a ser inasumibles por una parte de la población, precisamente aquella de más bajos recursos, que pretendíamos apoyar para de este modo garantizar la sostenibilidad social del barrio.
[1] Debe de tenerse en cuenta que el territorio era de uso agrícola y que podía darse el caso – y de hecho era frecuente – que iniciaran su operación varios promotores a la vez, lo cual podía llevar a conflictos de lindes en el caso de no tener bien organizada la distribución y límites de las parcelas.